miércoles, 30 de agosto de 2017
¿Donde está la verdad?, una búsqueda desesperada
Imagen desde https://media.licdn.com
Estos días se ha anunciado que un canal de televisión confrontará el historial de declaraciones de políticos de peso, en especial los candidatos a presidentes, el objetivo es revisar sus “ranking” de verdad y mentira, el programa tipo “Fact Check ” ha señalado : “La idea es justamente chequear qué afirmaciones de los candidatos que participarán en Aquí Está Chile son verdad y cuáles son mentira.”, sobre este tema recuerdo una sentencia que se podría asumir en este caso, “en una guerra la primera víctima es la verdad”, aunque suene a saber popular y a otro contexto más oscuro e inhumano, la contienda electoral tiene mucho de una guerra de declaraciones, justificaciones y emplazamientos.
El concepto de fondo es la verdad, sobre ella, mi tesis es que la verdad ha sido víctima de un secuestro y no se sabe donde esta, muchos se auto-convocaron para colaborar en el acto delictual de secuestrarla y mantenerla alejada de nosotros, hoy estamos cada vez más confusos y propensos a la sospecha, quizás todos somos responsables en alguna medida y probablemente seamos hasta sus carceleros, mientras tanto nos conformamos con sustitutos tipo “sucedáneo”.
Cuando miramos en perspectiva el mundillo de sucesos que se desliza ante nuestros ojos, esa avalancha de acontecimientos , de discursos políticos, económicos, sociales y hasta ambientales que van dando forma a nuestra realidad, tanto local como global, se siente una especie de desazón, ¿quién dice la verdad?, ¿quién miente?. Al parecer mucha gente opta por construir “su verdad” sobre sus asuntos, por esa vía se convive sin mayores contratiempos con los otros porque se llega al convencimiento íntimo que todos mienten.
Para algunos defensores convencidos, lo que se dice de algunas naciones es un constructo interesado para enlodarlas, para desprestigiar ciertos procesos sociales y consecuentemente se trabaja muy duro para que esa “verdad” no se conozca, se piensa por parte de los afectados que se impone un sustituto, una verdad alternativa y opuesta, una mentira. Pero a su vez, cuando esos gobiernos pretenden mostrarnos “su” verdad de los hechos y sus propios discursos programáticos, supuestamente en pos de una mejor calidad de vida y libertad para su gente, nos entregan un paquete de propaganda envuelto en papel de regalo, unos slogans para repetir y un mono de goma a quien odiar, todo producido por el régimen, no hay verdad.
En el mundillo de la economía no abundan las certeza, o algo que sea creíble al cien por cien, se dicen cosas, algunas más sospechosas que otras, entre ellas no confío para nada en el futuro de mi fondo de jubilación, “alguien” se encargará de esfumarlo, no sé si esos agentes locales muy preocupados de derrumbar el sistema pero sin praxis ni conocimientos del oscuro mundo de las finanzas, o el estado que tiene la tendencia a la apropiación indebida cuando se lo ha gastado todo, cuando su propio populismo lo sobrepasa, o la multinacional del dinero que actualmente lo maneja, este último candidato podría “evaporarse” junto con las jubilaciones en un día negro (black Day) tal como ocurrió con el caso de Lehman Brothers , esa gigantesca evaporación de nivel global que hizo que mucha gente perdiera todo, perdiera sus bienes y su vida. https://economia.elpais.com/economia/2016/09/15/actualidad/1473927113_403186.html . Hoy, el chanchito esta sabroso y los lobos están circundando por alrededor contándonos sus propias “verdades”, ¿a quién creemos?.
Constatamos también en este tiempo que nos ha tocado vivir, groseras crisis políticas por todos lados, la gente ya no se entiende, o no quiere entenderse porque ha concluido que conoce la “verdad” del otro lado, y supuestamente esa “otredad” tiene planes siniestros. Tanto en nuestra América Latina como fuera de ella las sociedades están entrampadas en una cantidad asombrosa de conflictos, para quienes no lo saben, el equilibrio de paz entre China y la India pende de unos cuantos hilos muy delgados, https://www.vice.com/es_co/article/vdka38/china-e-india-estuvieron-a-punto-de-ir-a-la-guerra-la-semana-pasada allí como en tantos otros lugares no se sabe quien dice la verdad, podríamos especular conociendo lo que pasa con ella que quizás no la haya, o probablemente no esté de ninguno de los lados en conflicto sino en otro lado, y entonces todo el escenario sea un océano de mentiras por las cuales morirá mucha gente.
En el área medioambiental tampoco sabemos si es verdad el calentamiento global o es simplemente un proceso más de la naturaleza, deja boquiabierto lo que opinan algunos científicos dedicados , http://www.petitionproject.org es decir, ignoramos de frentón, más allá de la creencia, la agitación mediática o las convicciones personales, si con la información que tenemos o logramos capturar, podemos asumir que hay evidencia contundente que somos nosotros los que estamos calentando el sartén para freírnos , o es otro proceso de los muchos que ha tenido el planeta que deja a los habitantes terrícolas convertidos en estatuas de hielo o pilas de carbón cada cierto tiempo. Hay especialista para todo, juntos han elaborado una especie de coctel donde se nos invita a elegir nuestra propia verdad, a nosotros, los que no sabemos nada del asunto.
Lo que estamos presenciando en el día a día es que no tenemos idea que está pasando con la verdad, ayuda a este escenario el afanoso trabajo de los teóricos de la conspiración, las redes sociales y la ambición política y económica, por ello la verdad sustituta es una necesidad , se crea se consume y se olvida, ocurre con este concepto como con otros productos de la industria del diseño y la dolce vita, lo trágico de esta práctica es que cuando la verdad realmente aparezca, cuando se logre liberar de sus captores nos ocurrirá como a Penélope en la canción de Serrat, Joan Manuel, no la reconoceremos y la despreciaremos esperando que llegue indefinidamente sentados en la estación.
viernes, 18 de agosto de 2017
Ojo al charqui
Imagen captada de :https://cl.pinterest.com/pin/376472850084378667/
De vez en cuando salen a la luz asuntos que ocurren en la parte oculta de la administración del estado, asuntos como manejos que nadie conocía, formas de operar y de obtener abultados beneficios frente a los escasos o “normalitos” de la generalidad, o la entrega “generosa” de recursos que se supone escasean, y también de vez en cuando salen a la luz la presencia de “descuidos” que permiten la “desaparición” de otros tipos de recursos que se supone están a buen recaudo.
Entre esos hechos que inesperadamente se revelan destaca la existencia de “pozos mágicos”, fuentes de recursos de las cuales muchos beben durante años, ello en forma abusiva, en completa oscuridad y circundados por un entorno de silencio. Los casos más conocidos son los llamados jubilazos y otros bonos por “retiros”, no sabemos cuántos de esos “pozos mágicos“ existen y están en “explotación”, además tenemos una capacidad limitada para visualizar en profundidad aquellos que se descubren, en parte por la calidad de la información, unos retazos que proviene probablemente de alguna investigación periodística del noticiario de la noche, a veces aparecen otros hechos, o mejor dicho se “alumbran” otros hechos, entre otros “incidentes” por la casual detección de algún organismo no comprometido con aquel trabajo oscuro o quizás la simple denuncia de alguien que también quería los beneficios y no los tuvo, por lo tanto se rompe el silencio y algo conocemos.
En materia de “descuidos” millonarios” , a veces pensamos que se superaron algunas metidas de pata o hechos delictuales como el conocido “Davilazo” , pero el año 2014 se denunció que la empresa estatal Codelco ( Emol 01/06/2014) habría perdido unos 4.700 millones de dólares por fallas del mismo tipo, o algo que parece increíble, o derechamente insano y de muy mal manejo en la seguridad, la pérdida de ¡cuatro mil toneladas de concentrados de cobre!, hecho denunciado por CIPER el 26 de octubre del 2016.
Un escenario reciente es el que se conoció con motivo de los incendios forestales y sus desastrosas consecuencias, allí tuvimos conocimiento de millonarias transacciones que involucraban al estado, tanto para el incentivo de las plantaciones como para la prevención y reacción en caso de incendio, se reveló de improviso un universo de situaciones anómalas, relaciones y manejos oscuros que nos enteramos con sorpresa e inicial incredulidad , en parte la oscuridad se “alumbró” gracias a la denuncia de un reportaje , el llamado “ cartel de fuego” (Ciper 2017)allí tomamos conocimiento entre otros de millonarios contratos que quizás no sean necesarios, sobrepagos, evaluaciones poco rigurosas, y probablemente todas anteriores.
Al día de hoy, cuando escribo estos textos, podemos apostar pero no sabemos quién alcanzará la presidencia en la próximas elecciones, el hecho es importante, mucho de la sociedad se juega en estas ruletas y puede que haya o no suerte, pero parece importante también y por el bien del país, no importa que conglomerado llegue a palacio y nos gobierne, que los convenzamos antes de ser gobierno de la necesidad de ser más eficientes en el manejo de los recursos que se disponen, sin duda esos recursos en un mundo convulso, lleno de incertezas y buitres deben ser bien resguardados y manejados, pienso que ellos podrían escuchar, quizás sueño despierto.
Me he preguntado sobre este panorama, ¿qué se puede hacer?, si en todos los casos conocidos los fiscalizadores, controladores y mecanismos de regulación no funcionaron, los procedimientos que el estado ha diseñado no sirvieron, entonces , ¿qué podemos hacer desde afuera?, por otra parte, los ciudadanos y ciudadanas que ponen el grito en el cielo luego del “destape” de algunos de esos hechos , callan para siempre porque “resetean” su memoria para dejar espacio para el partido de futbol, o se vuelve vapor de agua todo el asunto ante el chiste del cómico de tv que banaliza los hechos, mala actitud, pero probablemente todos tendemos a poner en “amnésico” el piloto automático del día a día.
No es un asunto fácil plantear ideas de solución a este problema u otros similares, pero se me ocurre a partir del hecho que el estado se dirige por “representantes” de los ciudadanos, pero no por los ciudadanos mismos, que se puede delinear una idea que los involucre, propongo la formación de un grupo que podría denominarse “revisión ciudadana”, ciudadanos a pie que pongan “ojo al charqui”, probablemente a partir de varios registros de consultores especializados y multidisciplinares, un grupo así podría actuar como un comité revisor de cuentas, un revisor integral, y operar protegido por alguna legislación especial que permita hacer un trabajo serio y en una convocatoria similar a los jurados norteamericanos, es decir un día llega una comunicación al domicilio para constituirse en revisión a algún organismo del estado y listo, una obligación, es decir mediante una tómbola y el azar se deberían revisar los organismos a fondo en un período también desconocido, el sentido común aconseja no menor a unos tres años.
Pensando sobre este tema, me doy cuenta que es fácil diagnosticar, estamos llenos de diagnósticos, pero plantear soluciones es cosa seria, difícil, se requiere algo de creatividad, pero una idea fresca puede aparecer después de darle vueltas y vueltas al asunto.
viernes, 4 de agosto de 2017
Empatía por el dolor ajeno.
Imagen tomada de https://lamenteesmaravillosa.com
Hace poco me enteré el triste caso de una pequeña niña que fue llevada a la fuerza al SENAME pese a la férrea oposición de uno de los padres, y sobre todo, lo más espectacular, la oposición de los vecinos quienes reaccionaron en forma organizada para evitar la medida, sin embargo nada cambió el curso de los hechos, la niña terminó en manos de ese organismo. Paralelo a eso, también supe del caso de otra menor que fue adoptada en circunstancias más o menos oscuras.
A estas alturas del destape de los casos del SENAME, esa sigla suena triste, simboliza una parte oscura en el funcionamiento de los organismos estatales, y en nuestros pensamientos se comienza a construir un sórdido vínculo de ese servicio con la muerte y el sufrimiento de inocentes. Hasta donde es de conocimiento público se sabe que unas 1313 personas, mayoritariamente niños de varias edades y adultos jóvenes han fallecido en un período de 11 años, una brutalidad, algo que cuesta dimensionar, con pensarlo reflexivamente se nos da vuelta la cabeza, y viendo la indefensión de las victimas viene un sabor amargo y una suerte de “ irse a Black”, además de una extraña sensación de impotencia, esa desagradable sensación de trágica contención que se viene incrementando por este y otros casos.
Pueden haber muchas explicaciones para los hechos y con ello se entiende el difícil papel de los funcionarios, recuerdo entre otros las veces que mis hijos nos han hecho correr desesperados en pos de atención médica e imagino esas pobres criaturas libradas a su suerte, y aún cuando el personal puede tener las mejores intenciones, la falta de sistemas de salud asociados y de rápida respuesta pudo haber hecho la diferencia, también podemos encontrar la presencia de enfermedades descuidadas por años, las bajas defensas, los accidentes, en fin , todo tipo de circunstancias limitantes que ocurren cuando se trabaja con la pobreza y la precariedad.
Veo con desazón el escenario nacional, y aunque hay que reconocer el heroísmo de un parlamentario, no veo que las figuras públicas que ante otros casos rasgan vestiduras se comporten a la altura de las circunstancias, se aprecia un silencio de hielo. Los medios de información masiva que festinan con la farándula, el perro cholito y los goles de Alexis Sánchez entraron en un absurdo lapsus, no logran capturar la dimensión de los hechos, parecen dormidos, quizás estamos todos semi-aturdidos por tanta información de muerte y destrucción a nivel global que ya nuestras capacidades de resiliencia simplemente se agotaron, o peor aún, podríamos estar migrando a hombres sin alma, a una aglomeración de seres automatizados y programados para fines específicos, sin la más ligera empatía por el dolor ajeno.
Tengo la sensación que este debe ser un caso prioritario de abordar y solucionar, y no sé si el proyecto de ley y la reorganización propuesta podrán mejorar la atención y manejo de esta realidad, quizás ese no sea el problema, viendo en perspectiva, una vez más le cargamos la culpa a los sistemas, a las estructuras, a las formas, pero en realidad lo que pasa son más bien fallas humanas, es el piloto el que está destruyendo los aviones, son las personas que fallan.
El problema golpea al estado y a todos nosotros, pero su génesis es más profunda, y es verdad que hay contextos complicados, no es posible negar que encontramos fundamentos en las problemáticas sociales endémicas del país, también en las responsabilidades colectivas y es claro que en la ineficiencia de los organismos del estado, pero también hay que dejar en evidencia las responsabilidades individuales, esa es la génesis, la carencia de amor y cuidado natural de la prole acogida en un hogar y su protección a todo evento, aún contra el estado, ese medioambiente humano que viene desde la noche de los tiempos y que nada alternativo puede reemplazar o sustituir, es la carencia fundamental en este y otros casos, en él , todos los actores tienen un papel, un rol que no es posible obviar ni soslayar porque son la base de todos los pilares fundamentales de esta y todas las sociedades humanas . En el caso de la pequeña niña con la cual comienza este artículo, falla el estado, y falla al no ver que arranca a una criatura de su hogar donde debe estar protegida para entregarla a un sustituto de su factura, al fin de cuenta algunas acciones pensadas y diseñadas en los escritorios de algunos burócratas, hacen un tipo de daño difícil de dimensionar.
Por otra parte, estas prácticas tan generalizadas de organización del estado que crea organismos nacionales gigantes, y además de competencia en todo el territorio, quizás no sean praxis recomendables para áreas tan sensibles, tan vinculadas a aspectos humanitarios y sociológicos cercanos, locales, quizás la solución sea más bien regional o local, porque cada comunidad es diferente, cada grupo humano puede aportar soluciones en la medida que puede visualizar su propia realidad y comprometerse de acuerdo a sus capacidades, en ese contexto, quizás sea hora de intentar regionalizar de buena fe.
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