Desde hace ya un tiempo, nos venimos enterando sobre el bullyng infantil y adolecente, se trata de ese grupo de actitudes y acciones que ocurren al interior de las aulas y que genera un ambiente tóxico con grupos de niños que se ríen, ridiculizan o maltratan verbalmente a sus compañeros y que ha llevado a algunas de esas pequeñitas víctimas hasta la muerte.
El bullyng es un viejo compañero, probablemente mucho de nosotros recordamos las bromas y pesadeces al chico, al guatón, al pelao, al chino y al negro, el bullyng es una actitud de grupo y demuestra en forma muy nítida la poca o casi nula capacidad de colocarse en el lugar del otro.
Por la forma en que la prensa ha presentado al bullyng, digamos su imagen, podríamos pensar que se trata de un tema remitido a las etapas de estudiante, y hasta se podría explicar que es producto de la inmadurez en los niveles básicos, medio e incluso universitario, pero reflexionando sobre el tema se puede llegar a descubrir que el bullyng está en todas partes.
Es muy fácil darse cuenta que la chismografía destructiva está presente en el trabajo, en las oficinas, en las reparticiones, entre cualquier grupo de personas que trabajan juntas, y actúa solapadamente, es una cadena que corroe como gangrena las relaciones humanas, nadie sabe a veces el porqué de las actitudes de ciertas personas hasta ayer amables y consideradas, y de improviso frías y distantes, los cuentos, los inventos y mala leche ha actuado y ha cambiado esas relaciones, lo hace en la forma que lo hace siempre, apoyado en un grupo oculto y cobarde.
Me he dado cuenta que el bullyng también actúa en política y es un arma formidable, destruye hasta las figuras más fuertes, las corroe días a día hasta que finalmente las desploma. Todos los sectores lo practican, y con el tiempo, con la ayuda de algunos consejeros especializados parece ser que el bullyng se hace más y más sofisticado.
En Chile tenemos algunos personeros que tienen un doctorado en bullyng, cada declaración lleva en su estructura las palabras precisas para denigrar y destruir la imagen de su adversario, en cierto sentido son personas tremendamente destructivas, así esa característica- la de practicar el bullyng- destruye todos sus intentos de construir porque el bullyng no solo causa desesperación y pena en las victimas, también provoca resentimiento.
Tengo la sensación que al bullyng hay que enfrentarlo y dejarlo al descubierto, el problema es cómo hacerlo, algo se puede hacer en los niveles tempranos de la educación con programas adecuados, pero cuando este se ha sofisticado, cuando constituye una capacidad que se ha desarrollado y se adquiere cierto dominio sobre sus posibilidades la tarea es bastante cuesta arriba, un profesional del bullyng es también un profesional de la ironía, y cuando ambas actitudes se juntan, se tiene al frente a un enemigo formidable y a una persona carente de toda humanidad.
Tal vez para comenzar se requiera el concurso de la prensa, de aquella prensa no comprometida ni pauteada, del profesional que sabe y es capaz de identificar el bullyng, de modo que esta actitud no tenga tribuna porque al fin de cuentas quien practica el bullyng necesita cierta publicidad y complicidad sino el mecanismo no funciona, la tarea sería entonces apagar los micrófonos para unos y para el resto de nosotros, intentar no ser cómplices.
lunes, 28 de mayo de 2012
lunes, 21 de mayo de 2012
LA TEORIA DE LA CONSPIRACION
Conversaba hace tiempo con mi madre sobre cosas triviales, y sin recordar el motivo inicial nos pusimos a hablar de los progresos en las ciencias y otras materias, esta conversación transcurría normalmente cuando una afirmación suya me sorprendió, me dijo que ella no creía que el hombre había llegado a la luna, al preguntarle el porqué no creía, me dijo que ello era imposible.
No sé de donde nutrió mi madre su segura afirmación pero sospecho de la mucha información que circula sobre ese tema y que persigue hacernos creer que el viaje a la luna en 1969, fue un montaje, es decir una historia construida por gente interesada y que perseguía quizás que oscuros objetivos, a mi madre ese mensaje le llegó.
La teoría de la conspiración es omnipresente, cada historia “oficial” tiene su contraparte en la teoría de la conspiración, acaso sea “Roswell” el caso más emblemático y que permite a muchos autores, cineastas, guionistas y hasta conventilleros, ganarse el pan y mucho más.
Yo empiezo a sospechar de la teoría de la conspiración, hay tanta, y de tanto tipo que a veces dobla o tal vez triplica la información que parece como “oficial”, es decir, es un juego, se espera que aparezca la explicación que entregan los organismo oficiales, y ya está fabricada la contra argumentación, y no sólo está diseñada sino que esta apta para el consumo.
Algunas noches y sabiendo lo que vendrá, me he quedado mirando un canal alternativo en la televisión por cable que se destaca por dar tribuna a este tipo de argumentaciones, pero aplicando una dosis de mi pequeña lucidez mental al discurso me doy cuenta que muchas veces la argumentación es una seguidilla de idioteces.
Tampoco soy un consumidor de la explicación “oficial”, y he allí el problema, la explicación oficial también suele ser una información “trabajada”, no hay que ser una eminencia para capturar incoherencias y direccionalidad interesada, a veces persiguiendo oscuros objetivos políticos, económicos o quien sabe de qué otra índole, por lo tanto se trata de un trago que hay que tomárselo con cierto cuidado.
Entre ambas, y en algún lugar entre la información oficial y la teoría de la conspiración, y a mi juicio a mal traer , algo enjuta, y probablemente no tan racional se encuentra la información real, la que suele ser la verdad, o al menos la que aparentemente es la verdad, porque recordando a cierto prefecto romano preguntaríamos ¿ qué es la verdad?.
En la escena local se juega este juego, la voz oficial emplea sus canales y la teoría de la conspiración emplea los suyos, cada uno gana adeptos ante cualquier partida, se puede ver en los diarios, en la calle, con los amigos, al final del día queda la duda ¿quién está más cerca de la verdad?.
Mi impresión es que la existencia de la teoría de la conspiración ha hecho que la voz “oficial “ también cambie, y al final en realidad nos encontramos antes dos teorías de la conspiración que chocan frontalmente, ante ese escenario, parece ser que el camino es hacerse más reflexivo, más cuidadoso, más lento en los enjuiciamiento, en resumen, más inteligente.
No sé de donde nutrió mi madre su segura afirmación pero sospecho de la mucha información que circula sobre ese tema y que persigue hacernos creer que el viaje a la luna en 1969, fue un montaje, es decir una historia construida por gente interesada y que perseguía quizás que oscuros objetivos, a mi madre ese mensaje le llegó.
La teoría de la conspiración es omnipresente, cada historia “oficial” tiene su contraparte en la teoría de la conspiración, acaso sea “Roswell” el caso más emblemático y que permite a muchos autores, cineastas, guionistas y hasta conventilleros, ganarse el pan y mucho más.
Yo empiezo a sospechar de la teoría de la conspiración, hay tanta, y de tanto tipo que a veces dobla o tal vez triplica la información que parece como “oficial”, es decir, es un juego, se espera que aparezca la explicación que entregan los organismo oficiales, y ya está fabricada la contra argumentación, y no sólo está diseñada sino que esta apta para el consumo.
Algunas noches y sabiendo lo que vendrá, me he quedado mirando un canal alternativo en la televisión por cable que se destaca por dar tribuna a este tipo de argumentaciones, pero aplicando una dosis de mi pequeña lucidez mental al discurso me doy cuenta que muchas veces la argumentación es una seguidilla de idioteces.
Tampoco soy un consumidor de la explicación “oficial”, y he allí el problema, la explicación oficial también suele ser una información “trabajada”, no hay que ser una eminencia para capturar incoherencias y direccionalidad interesada, a veces persiguiendo oscuros objetivos políticos, económicos o quien sabe de qué otra índole, por lo tanto se trata de un trago que hay que tomárselo con cierto cuidado.
Entre ambas, y en algún lugar entre la información oficial y la teoría de la conspiración, y a mi juicio a mal traer , algo enjuta, y probablemente no tan racional se encuentra la información real, la que suele ser la verdad, o al menos la que aparentemente es la verdad, porque recordando a cierto prefecto romano preguntaríamos ¿ qué es la verdad?.
En la escena local se juega este juego, la voz oficial emplea sus canales y la teoría de la conspiración emplea los suyos, cada uno gana adeptos ante cualquier partida, se puede ver en los diarios, en la calle, con los amigos, al final del día queda la duda ¿quién está más cerca de la verdad?.
Mi impresión es que la existencia de la teoría de la conspiración ha hecho que la voz “oficial “ también cambie, y al final en realidad nos encontramos antes dos teorías de la conspiración que chocan frontalmente, ante ese escenario, parece ser que el camino es hacerse más reflexivo, más cuidadoso, más lento en los enjuiciamiento, en resumen, más inteligente.
sábado, 19 de mayo de 2012
POPULISMO Y BUENAS INTENCIONES
Cada noche la televisión nos muestra una síntesis de los mucho mítines y reuniones que se realizan a lo largo del día, y que muestran los diferentes líderes de nuestro país explicando sus intenciones, proyectos y visiones, ante esos discursos uno podría sacar como conclusión final, mmmmm, hay buenas intenciones.
En otro orden de cosas, ante la inmensa pobreza que caracteriza aún a nuestro país, quienes pretenden ser lideres y/o llegar al poder, están tomando un camino que cruza las buenas intenciones con algo que me parece oscuro y siniestro, el populismo.
Nuestra ética y moral no dice que el Estado debe ayudar a las personas que son incapaces de valerse por sí misma, y además debe ayudar a quienes quieren salir de su condición de pobreza y marginalidad, esa ayuda no sólo es una obligación, sino una imposición moral y socialmente aceptable en todas sus posibilidades.
En el escenario anterior, desde hace ya bastante tiempo los programas que los gobiernos pasados y presente diseñan para ir en ayuda de los muchos chilenos que los necesitan aumenta, y aumenta en forma acelerada, algunos se perfeccionan en la idea de dar más y más ayuda social, lo que visto en un principio de buena fe está bien, no resulta objetable, el problema es cuando se detiene esto, ¿ nunca?.
Me parece que el Estado tiene otras muchas obligaciones que la sola entrega de ayuda social, tiene compromisos con el desarrollo armónico de todo y cada uno de los sectores, de modo de entregar las condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo, visto desde esta óptica, alcanzar el desarrollo significa no menos que cada ciudadano lo alcance.
El peligro de llevar las buenas intenciones más allá de las responsabilidades, implica a mi juicio populismo, y me parece que estamos en picada hacia allá. Cada líder que quiera gobernar en el futuro, y por el sólo hecho de querer ganarle al otro, vendrá a proponer más y más ayuda social, más y más programa de entrega de recursos públicos para ayudar a llevar la vida, situación que en los marcos normales, y en virtud de las verdaderas necesidades está bien, lo que está mal, es la falsedad de los datos y que es que ese sea el camino al poder.
El populismo es complejo, por un lado cría y alimenta otro fenómeno no menos siniestro, el clientelismo, es decir, aquellos grupos que se mantienen bajo las alas por la dádiva y que de ninguna manera permitirán que las cosas cambien, no les interesa el país, les interesa su propia situación y bajo esa condición pueden llegar a ser extremadamente violentos.
Me preocupan las ofertas de futuro, no veo trenes, conectividad, mejora en los sistemas de salud, no veo inversiones estratégicas en obras públicas, no veo I+D, no veo que Chile se preocupe siquiera de la palabra innovación, palabra que si la llevamos al concepto aplicado podría permitirnos dar saltos cuánticos al desarrollo, en contrario, veo más y más programas de ayuda y un cierto acostumbramiento de un país que hasta cierto punto en su historia, era ejemplo de pueblo estoico y cada jefe de familia responsable de su propia lucha por mantener a sus hijos, ahora mutando hacia la domesticación, la flojera y el clientelismo.
Pienso que cada programa social debe ser monitoreado en sus resultados, en sus objetivos, en su real capacidad de impulsar el desarrollo personal, eso sin duda implica responsabilidad y tal vez coraje, pero si se hace en forma técnica, con buena intención, algún día esas personas que necesitan la ayuda del Estado podrán navegar por su cuenta y ayudar a otros, en caso contrario, el populismo será nuestro norte, allí no hay límites, todo se transforma en una gigantesca borrachera.
En otro orden de cosas, ante la inmensa pobreza que caracteriza aún a nuestro país, quienes pretenden ser lideres y/o llegar al poder, están tomando un camino que cruza las buenas intenciones con algo que me parece oscuro y siniestro, el populismo.
Nuestra ética y moral no dice que el Estado debe ayudar a las personas que son incapaces de valerse por sí misma, y además debe ayudar a quienes quieren salir de su condición de pobreza y marginalidad, esa ayuda no sólo es una obligación, sino una imposición moral y socialmente aceptable en todas sus posibilidades.
En el escenario anterior, desde hace ya bastante tiempo los programas que los gobiernos pasados y presente diseñan para ir en ayuda de los muchos chilenos que los necesitan aumenta, y aumenta en forma acelerada, algunos se perfeccionan en la idea de dar más y más ayuda social, lo que visto en un principio de buena fe está bien, no resulta objetable, el problema es cuando se detiene esto, ¿ nunca?.
Me parece que el Estado tiene otras muchas obligaciones que la sola entrega de ayuda social, tiene compromisos con el desarrollo armónico de todo y cada uno de los sectores, de modo de entregar las condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo, visto desde esta óptica, alcanzar el desarrollo significa no menos que cada ciudadano lo alcance.
El peligro de llevar las buenas intenciones más allá de las responsabilidades, implica a mi juicio populismo, y me parece que estamos en picada hacia allá. Cada líder que quiera gobernar en el futuro, y por el sólo hecho de querer ganarle al otro, vendrá a proponer más y más ayuda social, más y más programa de entrega de recursos públicos para ayudar a llevar la vida, situación que en los marcos normales, y en virtud de las verdaderas necesidades está bien, lo que está mal, es la falsedad de los datos y que es que ese sea el camino al poder.
El populismo es complejo, por un lado cría y alimenta otro fenómeno no menos siniestro, el clientelismo, es decir, aquellos grupos que se mantienen bajo las alas por la dádiva y que de ninguna manera permitirán que las cosas cambien, no les interesa el país, les interesa su propia situación y bajo esa condición pueden llegar a ser extremadamente violentos.
Me preocupan las ofertas de futuro, no veo trenes, conectividad, mejora en los sistemas de salud, no veo inversiones estratégicas en obras públicas, no veo I+D, no veo que Chile se preocupe siquiera de la palabra innovación, palabra que si la llevamos al concepto aplicado podría permitirnos dar saltos cuánticos al desarrollo, en contrario, veo más y más programas de ayuda y un cierto acostumbramiento de un país que hasta cierto punto en su historia, era ejemplo de pueblo estoico y cada jefe de familia responsable de su propia lucha por mantener a sus hijos, ahora mutando hacia la domesticación, la flojera y el clientelismo.
Pienso que cada programa social debe ser monitoreado en sus resultados, en sus objetivos, en su real capacidad de impulsar el desarrollo personal, eso sin duda implica responsabilidad y tal vez coraje, pero si se hace en forma técnica, con buena intención, algún día esas personas que necesitan la ayuda del Estado podrán navegar por su cuenta y ayudar a otros, en caso contrario, el populismo será nuestro norte, allí no hay límites, todo se transforma en una gigantesca borrachera.
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