jueves, 29 de junio de 2017
¿Refundar?
Una idea solapada pero que está presente en la lucha política de la contingencia es la idea de refundar, es decir volver a fundar, hacer todo de nuevo, olvidarse de lo viejo y levantar otras estructuras territoriales, sociales, económicas y quizás también ambientales en un solo acto, un acto de creación inicial, un nuevo génesis. Pienso que esa idea o intención apenas cubierta con algo de ropaje para no mostrarse en toda su desnudez se transforma en un mensaje subliminal , poderoso y continuo que sigue vibrando en baja frecuencia una vez que se han bajado las banderas en las concentraciones de adictos políticos , el adicto se queda pensando en refundar, ¿acaso no está todo esto muy mal?, ¿qué esperamos…? ¡a refundar se ha dicho!.
En perspectiva, algunas de las apuestas políticas que procuran la refundación se basan en caricaturas de la compleja realidad económica-social, caricaturas que muestran el sesgo de quien las diseña y las proclama para su consumo masivo. La crítica más recurrente es que no avanzamos o inclusive retrocedemos con las estructuras existentes, pero si nos detenemos un momento, si evaluamos correctamente lo que vemos en la realidad y sin apegos ideológicos conservadores ni nada por el estilo, es que avanzamos, lo hacemos a gatillazos, con duras caídas y experiencias extremas que involucran injusticias, abusos y todo tipo de desastres, pero aún así avanzamos, esto es un proceso.
Para algunos especímenes políticos refundar es una obsesión, sienten que en ello pueden alcanzar su propio mesianismo también oculto en sus discursos, se sienten guías inspirados, probablemente porque creen tener en su intelecto una visión y una misión tan pre-clara como para entender la totalidad del fenómeno económico –social y cultural, y consecuente pueden proceder sin anestesia a quitar estructuras que la sociedad ha sedimentado durante largos y complejos períodos de ajuste y negociación. La propuesta de reemplazo es bastante chapucera, sin creatividad, ni siquiera con un poco de decorado de pantalla, es la obra del tinterillo que no entiende el fondo del asunto. Además de un juego tipo ruleta rusa, pienso que hay aquí una curiosa mezcla de utopía y melodrama.
Es una utopía porque a pesar de que hay discursos intelectuales de cierto peso que muestran que otro mundo es posible y deseable, en la realidad nadie ha logrado articular en su totalidad el cambio social como un camino viable enteramente nuevo, en un acto y obviando el pasado, y que además respete los derechos y esfuerzos de todos y cada uno de los agentes sociales involucrados, y sin caer además de lleno en la revolución y el totalitarismo, es una utopía. Tengo la sospecha además que al refundar una sociedad estaremos muy comprometidos en un melodrama, todos, en el ejercicio de refundar estructuras y funcionamiento de todo el cuerpo social, no todas las estructuras caen sin más, se resisten y en su resistencia hay ruidos y chillidos insoportables para los que aún piensan que hay valores involucrados, al menos los simbólicos y/o patrimoniales, debido a que las estructuras al fin y al cabo mueren. Si no tenemos memoria para recordar refundaciones recientes deberíamos estudiar las dictaduras latinoamericanas, de ese modo podemos tener alguna idea de que se trata el tema, podría ayudar también ver con sentido crítico la película “El huevo de la serpiente” , un film de los años 70 que ilustra magistralmente el sórdido ambiente de la Alemania antes de entrar de pleno con el nazismo , el drama va acompañado de música de duelo y de triunfo al mismo tiempo, es un melodrama.
Al parecer como latinoamericanos tenemos licencia para volver a repetir una y otra vez las experiencias pasadas, a repetir experimentos fallidos, dulces ideas que se volvieron amargas, el axioma de la historia dice que estamos condenados a repetir los mismos fracasos, no lo repetiremos por nosotros que nos hemos enterados del porqué ocurrieron, sino que por culpa de aquellos que no se enteraron y no les importa.
Si pensamos bien el tema, ¿por qué se quiere refundar?, quizás se diga que es porque queremos mejorar, ser más justos, pero para ello no necesitamos destruirlo todo, lo que necesitamos es reparar, arreglar, mejorar creativamente, y probablemente ese es el tema, ser creativos, y probablemente eliminar y reemplazar partes sobre la base de buenos diagnósticos, no los que nos dicen al oído colectivos interesados. Gran parte de los avances que han realizado pueblos más prósperos y más ordenados que nosotros se generan, maduran y prosperan a través de procesos de participación y en paz social, y además se construyen sobre la base del respeto a los derechos del otro, ¿por qué no podemos lograrlo nosotros?, la refundación puede ser una ilusión que se paga muy cara, en otros contextos la llamaríamos estafa, porque sin duda en un hipotético futuro pediremos los beneficios de la refundación y no estarán, al fin del día querer refundar sobre la base de imponer a otros un cuento, por muy elaborado que este sea, es un timo.
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