jueves, 29 de noviembre de 2018

Mono de Goma



Imagen desde https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sacodeboxeoh.jpg

Imagino un mono de goma tipo boxeador que se encuentre a la venta en el mercado y que además tenga ciertas características, nunca debería devolver un golpe, debería tener una silueta humanoide, una base que le permita moverse, ir y volver, con una textura suave pero firme y por supuesto debe ser de color hormiga. Además de lo anterior, un manual que indique la forma en que se puede golpear sin sufrir daño.

Hace ya un tiempo conversaba con una amistad (femenina o masculina da lo mismo), y mientras me hablaba de sus vivencias y otros asuntos tuve una visión, su rabia salía hacia afuera y se desplazaba por el aire para ir directo a la mandíbula de cierto personaje público, alguien que es a su vez es muy provocador en sus declaraciones, pensé en esos momentos ¡vaya, eso es tener un mono de goma!,mmm... eso es tener a quien golpear... ¡qué manera de darle duro!.

Con el tiempo me he dado cuenta que muchos/muchas, tienen sus propios monos de goma, alguien a quien golpear, a quien despellejar, alguien contra quien arrojar kilos de frustraciones, quizás todas ellas, y en esa cargas probablemente estén las propias como aquellas que vemos o que suponemos que vemos de otros, las que sentimos y aquellas otras que nos dicen que debemos sentir, también me he dado cuenta que ese “alguien” viene a calmar el día, al final del proceso es una especie de héroe (qué ironía).

El problema que veo en esta salida es que se tiende a hacer monos de gomas a personas, a instituciones, a grupos humanos, así las cosas, cuando vamos por ahí en este valle de lágrimas o navegando por este mar de injusticias, son “los otros” los que reciben esos misiles cargados de malas vibras, de negatividad, esas bombas de racimo emocionales que hacemos estallar sin compasión.

Probablemente es más sano tirarle piedras a unas columnas pétreas como lo hacen otras culturas, porque es indudable que se requiere liberar tensiones, pero resulta que en la contemporaneidad los malos como el “guason” ya no son tan fáciles de identificar y los “satanes” ya no huyen de nuestros insultos, bailes, olores ni rezos, y cualquier trato con ellos está en manos de sus abogados, por lo tanto estamos algo confundido y miramos para el lado buscando otros culpables a quien cargarle nuestras frustraciones.

El mono de goma es una alternativa sana, y estimo ( por el estado creativo en que me encuentro en este momento) que debería colaborar, incentivar y subvencionar programas para que exista en cada casa al menos una unidad, de modo que la familia entera pueda liberar tensiones, extasiarse de golpear algo, probablemente con tiempo para cada uno, quizás lo padres necesiten más tiempo, pero hasta los niños necesitan unos minutos para darle duro al mono.

Una sociedad pacifica parece hoy algo utópico, cada día hay más encono, hoy más que ayer y menos que mañana, todo el mundo acumula una increíble carga de malas vibras y estimo que sería bueno que haya una salida sanitaria para ella, es fácil notar que las frustraciones y sentimientos de impotencia nos están sobrepasando, y cuando no se van, nos matan.

Esta reflexión personal ocurre mientras saco de su caja un mono de goma con pinta de boxeador peso pesado, un tipo duro a quien espero noquear, tengo mucha rabia contra tanta injusticia, contra tanto abuso a mi capacidad de tolerancia, pero al mismo tiempo sé que esto no es nada fácil para nadie, a todos no toca una parte en esta ópera y cada cual la tiene fea, por lo tanto, no pretendo buscar mi necesario mono de goma entre las personas, prefiero comprarlo en cuotas en el retail, así al menos puedo reclamar mi garantía si este se atreve a responder un golpe.