lunes, 12 de noviembre de 2012

ESA INDESEADA CLASE POLÍTICA






A raíz de lo sucedido en las últimas elecciones de alcaldes y concejales, en varias entrevistas y artículos de conocidos opinólogos y “expertos”, y también en cartas a los diarios de anónimos ciudadanos, se acusa una vez más a nuestra clase política de tan alta abstención, se habla de una suerte de cansancio, de querer que se vayan todos, de que venga otro sistema sin precisar cuál, sólo que venga.

Lo cierto es que parte importante de la clase política no ha dado muchas muestras de inteligencia ni solidaridad, sabemos y repudiamos el hecho que se suben los sueldos cuando quieren, tampoco dan señales de preocupación genuina por el bienestar colectivo, y ni siquiera les preocupa los muchos millones gastados en las campañas políticas, total al final de la jornada llega un cheque generosamente pagado por todos nosotros.

Es fácil seguir la corriente en este malestar popular, y de paso pensar como un tratamiento antidepresivo que hay culpables de cada una de nuestras desgracias, saber que tenemos que lidiar con fuerzas contrarias en nuestro difícil diario vivir, y entonces nos preparamos para el desprestigio y la crítica mordaz y venenosa, nuestras armas, acusando a este u otro político de cuanto nos ha llegado a nuestros oídos, y por supuesto con cierto acento propio en lo más negativo.

Este nos es un problema nacional, es un problema global, las clases políticas en todos lados están en entredicho. Los casos de nepotismo que conocemos, los casos de clientelismo, los casos de corrupción y de aprovechamiento que revientan en nuestro contexto nacional cada cierto tiempo, ocurren en todas partes del globo.

Si hay algo que aceptar como realidad certera sobre la clase política, es que son tan humanos como nosotros, no son gente perfecta, están llenos de debilidades y carencias y en general sobre ciertas virtudes humanas como la ética y la honradez gran parte de ellos podría marcar niveles mediocres. En definitiva, la clase política es simplemente igual a lo que somos como pueblo y aún más como individuos, con todas las fortalezas y el lastre de la cultura que llevamos a cuesta.

Hace algunos días vi una entrevista que me hizo pensar más allá de mis primeras y viscerales interpretaciones de los hechos políticos cotidianos, lo cierto es que no todos son más de lo mismo, hay gente inserta en la clase política que tienen genuinos deseos de hacer cosas, les interesa su pueblo, quieren mejorar este armatoste robótico que llamamos sistema político y lo hacen en la medida de sus posibilidades, entre toda la masa hay también como en todo, buenos elementos.

Pero quizás lo que me hizo pensar más, es el hecho que cuando un sistema democrático como el nuestro, con todos sus defectos se demuele, digamos, se desintegra porque todos nosotros ayudamos a socavarlo y lo reventamos con nuestras críticas y acciones, ¿entonces que viene?.

La historia nos muestra con una abundante cantidad de evidencia que vienen los “salvadores”, los mesías, los que vienen a rescatarnos de esta clase política, y vienen para quedarse y llevarnos por el buen camino, luego vendrán sus hijos para que sigamos en buenas manos, también viene el culto a la personalidad y sin darnos cuenta perdimos el derecho a voz, perdimos la democracia, que aunque defectuosa, era democracia.

Me parece que es tarea de todos nosotros intentar que nuestra clase política mejore, que lleguen los más capacitados a ciertos niveles de la estructura, quizás los más cultos, líderes sí, pero los más reflexivos, aquellos que tienen la capacidad de decir alguna vez “me equivoqué”. Demonizar a la clase política debe ser lo más fácil del mundo, lo más difícil debe ser intentar reivindicarlos, intentar que mejoren, intentar buscar valores y rescatar lo buenos de ellos, porque sin duda algo habrá. La clase política mejorará en la medida que todos nosotros, en conjunto como sociedad levantemos las banderas de la ética, la honradez, los deseos de ser mejores, porque en realidad - dejando abierta la posibilidad que se trate de una casta que se auto-sostiene y se hermana como dicen los teóricos de la conspiración-, me parece que ellos no son más que el reflejo de lo que somos cada uno de nosotros.

lunes, 24 de septiembre de 2012

VIVIR EN LA “ ENVIDIOPOLIS”






Hace ya algún tiempo escuché a un conocido abogado de la octava región la expresión “La Envidiopolis Penquista”, y claro la palabra llamó mi atención siendo yo un conocedor de los tipos de polis, esta no estaba en mis registros.

Es posible que la “Envidiopolis” como contexto social-urbano la entienda un extranjero cuando se centran los sentidos en ciertas actitudes de parte de sus habitantes, es difícil saber su número o su densidad urbana, pero atendiendo algunas expresiones nacionales como el “chaqueteo”, deben ser bastantes.

Esta peculiar polis tiene un color característico, el verde, el conocido color de la envidia y eso significa la presencia masiva de envidiosos. En algunas reuniones sociales, de amigos, de gente que se junta a conversar o a “pelar” en la terminología más parroquiana, se pueden observar todos los colores del verde, desde unos intensos y concentrados, hasta el más ligero verde nilo algo ya desteñido o más corrido hacia el amarillo.

Es bastante certera la apreciación del abogado sobre la característica humana más incidente en estas polis nacionales, el estimaba que ese era su medio, el contexto urbano donde diariamente se movía, lo comprendo porque yo también vivo y soy afectado por ese ambiente. Al igual que mis conciudadanos el verde a veces me rodea y en ocasiones me detecto yo mismo cierto verdor en las venas que trato de ocultar rápidamente.

No sé porque habremos evolucionado, involucionado o probablemente concentrado en las polis de este país, transformándolas, la hemos teñido de verde, quizás porque estamos en una etapa inmadura del desarrollo, es decir verde, es una buena explicación mirando el estadio de subdesarrollo en que nos encontramos, otros quizás piensen que es un asunto hereditario y probablemente podríamos ser víctimas de nuestro propio ADN. Yo me inclino a pensar que es el resultado de nuestra tendencia ancestral de nivelar hacia abajo, si así fuera, algo se puede hacer.
Sin escabullir el bulto y sólo para darnos un marco de referencia, la evidencia muestra que la envidia es un sentimiento de registro bastante antiguo y probablemente se pierda en la noche de los tiempos, ya Ovidio, el poeta romano en su obra “el arte de amar” decía “la envidia hace parecer más abundante las mieses de los campos ajenos, y más rico en leche el rebaño vecino”.

En otros contextos que suponemos más avanzados este verde sentimiento es referente para mostrar fortalezas, en un reciente discurso un candidato a la presidencia norteamericana lanzaba el slogan, “ Nosotros nos alegramos con el éxito de los otros..”, quizás como buen político intentaba mostrar una cara diferente a la que realmente se tiene, total, aunque el estomago le revuelva cualquiera puede decir que se alegra por los éxitos de otros, y también, por supuesto eso puede ser cierto en esas sociedades, porque al final admirar y aplaudir el éxito ajeno está entre los mejores valores sociales que se pueden exhibir con un alto orgullo, y algunos dicen que también lo encontramos en lo más profundo de la gente bien nacida.
No es buena cosa esto de vivir en la “Envidiopolis” y quizás hayan paliativos para calmar este complicado sentimiento, a mi me parece que se puede insertar algo de paz interior, altruismo, afecto, solidaridad u otro medicamento en cierta etapa temprana de nuestra formación.

Al igual que en otras muchas terapias sociales, el tratamiento debería administrarse con la leche materna o con las canciones de cuna, pero también parece ser cierto que con los juegos inocentes de los jardines infantiles se puede ir despigmentando el verde, así, una mejoría podría venir a partir de los párvulos en la más temprana formación de los futuros chilenos, pienso que un programa en esa dirección sería plata bien gastada.

Quizás sería bueno también, aunque parezca forzado y hasta superfluo, enseñar en todos los niveles a aplaudir los éxitos de los otros, me refiero a los éxitos reales, no aquellos fabricados forzando las reglas y haciendo trampa, pero eso es otro tema, esto tal vez pueda prender en personas sanas como brotes nuevos, como una nueva especie. Si logramos esto podríamos soñar en una sociedad donde la meritocracia se asiente bien, y quizás, sólo quizás porque en estas materias nunca se sabe, seamos algo más felices.

martes, 28 de agosto de 2012

MIEDO, NO TE QUIERO




En estos días llueve sobre la ciudad, y el frio se escurre por cada centímetro de la piel, el invierno nos visita con sus días cortos y noches largas y oscuras. A veces me parece que la lluvia helada tiene algo oculto entre manos con estos fuertes vientos del norte.

Reflexionando en estos días sobre el miedo que sentía de niño por los truenos y relámpagos invernales en el sur, me vienen a la mente recuerdos sombríos, miraba por la ventana el encendido de los relámpagos y luego escuchaba el sonido poderoso de los truenos sobre mi cabeza, el miedo me agitaba, no sabía qué o quién corría salvajemente en los cielos.

Recordando un escritor británico, Aldous Huxley, que dicen que dijo, “El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”, el frio que invade mi espacio me hace reflexionar sobre estas palabras, sobre el miedo.

Si me acerco reflexivamente a lo que Huxley intenta explicar, se va haciendo una verdad para mí que el miedo que corre libre por todas partes, ha incrementado de manera considerable la deshumanización y ha crecido en su esencia, me parece que hasta la más fortalecida bondad se está retirando de su lado.

Estimo que el miedo es una materia prima que se trabaja, se rearma y re-construye con argumentos que perfilan, o quizás dibujan en el fondo de cualquier declaración o discurso unos parajes siniestros, una realidad horrorosa que amenaza con tragarnos y hacernos sufrir lo indecible, consecuentemente nuestro cerebro primitivo nos enciende todas las luces rojas que puede y nos obliga a tomar la dirección que se nos insinúa como la correcta.

Me parece que los gobiernos, ciertas instituciones, las fuerzas armadas, las iglesias, ciertos grupos políticos, algunos economistas etc., son traficantes del miedo, sin esa esencia finamente trabajada que permea hasta las mentes más inteligentes sencillamente no funcionan, y podrían ser desactivados por la sociedad, o tal vez entren en un proceso de deshidratación, o aún más, posiblemente no sobrevivan.

El diseño del miedo también evoluciona, quizás los argumentos de antaño hoy no funcionen porque algún grado de sapiencia se alcanza en medio de la tontería, pero entonces se reconstruye, o quizás en la tendencia más contemporánea, se amarillea o se vuelve telúrico, trafica con datos científicos tomados fuera de contexto , o posiblemente se levante como profeta en la colina más alta y nos grita a todo pulmón con indecencia grosera que estamos malditos, y que la tierra se acabará porque así está escrito en las piedras y en el cielo.

Traficar con el miedo es mantenerse muy activo en una serie de tareas, en principio levantar y mantener vivo un enemigo voraz, sanguinario y en lo posible no humano, no vaya a ser que en el enfrentamiento con nuestros iguales nos baje algo de humanidad. Algunos se auto- designan vocero de las fuerzas buenas que sugieren los caminos a seguir para escapar de la destrucción que viene detrás de ellos.

El miedo nos quita la dignidad y derechos que hemos heredados de generaciones de cobardes anteriores y que tuvieron su momento de valentía, y en ello se les fue la vida. Intentemos nosotros, cobardes contemporáneos al menos no colaborar en el dibujo del plano de horrores que se acerca si no optamos por la alternativa correcta (muy común entre los políticos), intentemos al menos no proyectar cifras negras que nos conducen a un mundo de descontrol, dudemos al menos de quien nos dice que estamos hechos de fibras de maldad, o por lo menos no traspasemos a otros las caricaturas monstruosas que circulan sobre nuestro exterminio.

lunes, 20 de agosto de 2012

LOS DOLORES QUE VIENEN DEL BYRON





Lord Byron fue un destacado poeta inglés, un romántico y decididamente vividor, viajero y dicen que luchó por los buenos, como en el caso de la independencia de Grecia del imperio Otomano.

Sucede que nosotros, chilenos, también tenemos un Byron, pero nuestro Byron es bastante diferente, es un aventajado por cuanto apenas bordea los 11 años y ha logrado titulares en la prensa y es motivo de sesudas discusiones. El problema es que este Byron, el nuestro, muy tempranamente está luchando por los malos.

Byron A.H.M, a quien nos referimos viene a representar cierto dolor interno, uterino, profundo que siente nuestra sociedad, la cual se encuentra entre la espada y la pared en un escenario que ha ido alcanzando niveles cada vez más altos de violencia, y por supuesto niveles más alto de dolor.

La notoriedad de nuestro Byron despegó cuando junto a otros dos menores de 14 años entraron a robar a una vivienda habitada, con el vehículo robado que llegaron huyeron, pero se encontraron por mala fortuna con Carabineros, luego de una corta persecución chocaron con el auto de una profesora de 53 años quien falleció en el lugar. Luego de unos cuatro meses, el Byron es detenido de nuevo, esta vez robando otro domicilio.

El prontuario del niño es extenso y se empieza a escribir cuando tiene apenas unos siete años, hoy día con once años y una veintena de detenciones es todo un record, al parecer su especialidad o su gusto personal es asaltar casas, y claro, aún está en entrenamiento de básica en esas materias y por ello probablemente registra tantas detenciones, por lo tanto es de esperar que vaya mejorando sus técnicas, mejore la búsqueda de sus objetivos y por supuesto, aumente su grado de violencia, ello implicará en el corto plazo que tendremos un avezado delincuente y aún sin alcanzar la mayoría de edad, esa condición le da en Chile al Byron una licencia para matar.

Como sociedad nos estamos acostumbrando a escuchar actos de violencia realizados por menores de edad que asumimos como niños, o por lo que nuestra mente nos dice que son niños, y es entonces cuando entramos en la contradicción vital, una contradicción entre nuestro deseo de proteger la inocencia de la niñez, quizás recordando nuestra propia niñez o la nuestros hijos, y el dolor que nos causa la destrucción y muerte que en casos como el Byron nos nuestra una niñez diferente.

Me parece que el entorno del Byron le destruyó su niñez, aniquiló su inocencia y construyó un mundo de violencia y desamor en su mente, un mundo extraño, animal. El entorno del Byron ciertamente son sus padres y hermanos, y dados los indicios que muestra el caso se trata de una familia disfuncional, una familia que no pudo, no quiso o no tenía los medios y las condiciones para trasmitir valores, para querer a sus hijos y ayudarles a imaginar un mejor futuro.

Pero en esta historia hay más, el entorno del Byron lo constituyen más personas e instituciones, el entorno en realidad lo constituimos todos, quienes aprobaron la legislación penal actual, quienes realizaron acciones para que exista un contexto urbano como Santa Julia en Macul, los amigos que le mostraron al Byron la parte oscura de la vida, los tribunales que le han dado señales inequívocas sobre el cómo opera la impunidad, el periodismo criollo que tradicionalmente busca intrincadas justificaciones para estos casos, los gobiernos insensibles e incapaces de hacer actuaciones de prevención, los gurúes que destruyen con argumentos verborreicos los valores de las sociedades, ciertos “especialistas” conductuales que justifican la delincuencia, en fin, como vivimos en una sociedad democrática, todos nosotros.

En las condiciones actuales hay una sensación de impunidad dolorosa, una falta de humanidad con las víctimas, con quienes sufren no sólo la pérdida de intimidad y bienes, sino a quienes se les arranca la vida, se mueren, se aniquila el ser, ya no están con nosotros, y con ello se impregna de dolor la sociedad entera.

Quien quiere a sus hijos los disciplina en su niñez, junto con saludarles y premiarles sus logros, aplica castigo cuando hay daños a terceros por una acción vandálica en la que se tenga certeza de su participación, los más severos aplicaran unos cuantos correazos, los más benevolentes les negarán la internet o la televisión, o quizás aplicarán una tarea obligada, pero el niño siempre sabe que cuando actúa mal, hay un resultado de su accionar, no hay impunidad.

Pienso que el Byron y otros menores que delinquen y en especial quienes son causante de hechos de sangre y violencia merecen un castigo, un castigo duro, y la sociedad aunque le duela el alma debe aplicarlo. También pienso que esos menores se pueden recuperar, pero no sin antes estar claro que deben purgar una pena. Si hay humanismo real, comprometido y no ese humanismo ideologizado, perverso y para la galería habrá también voluntad y tiempo para reeducarlos, enseñarles valores y sobre todo el respeto a la vida, quizás después de ver lo bella que esta es, respeten la vida de otros y también la suya.

Hay además una tarea pendiente con los padres de esos menores, un debate fuerte y sincero, hoy se va haciendo una moda hacer hijos y tirarlos a la calle, hacerlos carne de sus propios fracasos e irresponsabilidad y endosárselos al Estado, personas u organizaciones para que los crie, alimente y les den educación mientras se sigue en la borrachera en que han trasformado sus vidas.

Creo que es hora de dejar de escuchar a iluminados, gurúes y ciertos “especialistas” conductuales que intentan socavar el principio de justicia, creo que este es imperecedero, forma parte de los logros humanos y sobre el cual descansa toda nuestra tranquilidad, desarrollo y evolución, no sólo como personas con derechos y obligaciones sino que como conjunto de individuos que se cuidan unos con otros, la impunidad en ese orden de cosas es una receta amarga.

jueves, 9 de agosto de 2012

AAAAH.... EL RELATIVISMO

La palabra relatividad debe ser muy antigua pero se hace especialmente famosa con el físico Albert Einstein con su teoría general de la relatividad, ello significa en otras palabras que “... todo depende...” , depende el cristal con que se mire o el metro con que se mida, y claro, parece que cada uno de nosotros tiene diferentes cristales para mirar y metros para medir, entonces el objetivismo se cae a pedazos y la posición filosófica opuesta, el relativismo viene a ser parte de nuestro diario vivir, parte de nuestro aporte a la civilización, una de nuestros rasgos distintivos a la hora de evaluar los avances siglo XXI ...a fin, “ ...todo depende...”.

El relativismo se ha posicionado de todo lo que conocemos, de cada una de las supuestas rocas sobre la cual descansaban muy tranquilas nuestras construcciones intelectuales anteriores, y ciertamente nuestros comportamientos como ciudadanos, antes lo que se veía, olía y tenía aspecto de malo era malo, hoy día el conocimiento y las conductas se mueven en tal espacio de flexibilidad que a ratos pareciera que no sabemos nada de nada, y además podemos hacer nuestra sagrada gana en todos los escenarios. Cada discurso sobre algo no es más que una entelequia, un afán de sobrevivir un punto de vista propio en un mar inquieto y tenebroso más que un aporte a nuestro pensamiento o una intención de aclarar algo.

No debe ser nada de fácil hoy la toma de decisiones, es como hacer maniobras mientras todo el piso se sacude, todo está en un tipo de movimiento compulsivo que impide tener al menos un referente fuerte sobre el cual afirmarse. Las antiguas anclas hoy no sirven, simplemente porque no hay fondo donde se pueda echar anclas.

La relatividad es producto a mi juicio nuestra incapacidad de conocer la verdad, no sólo como un concepto abstracto, sino como el conocimiento certero de que algo es realmente lo que parece ser, tal parece que apenas tenemos algún grado de acercamiento a ella, a veces un poco más cerca, pero la mayoría de las veces bastante lejos, la relatividad en este estado de nuestro desarrollo vino para quedarse.



Parece que hasta ahora no hemos podido relacionarnos o al menos tener idea donde está la verdad, así las supuestas palabras de Poncio Pilatos están más vigentes que nunca ¿qué es la verdad?, no tenemos ni la más remota idea. Ciertamente la situación en tal caso tiene algo de freak, es como vivir en un mundo en que todo cuanto nos rodea tiene varios nombres, varios comportamientos y hasta varias formas de presentarse. Donde más penoso resulta el relativismo en Chile es en el campo judicial, allí la verdad siempre se ha construido, se hace una verdad a través de las declaraciones, las pruebas y un verdadero arsenal de recurso entre los que se cuentan todo tipo de manipulación sentimental, así la verdad resulta en una engendro, un Frankestein en la cual ninguno de los que ayudan construirla está seguro de que tal engendro esté vivo, si le sumamos a ese trabajo la relatividad actual, entonces no tenemos nada.

Un ejemplo en el escenario anterior son las imágenes, hoy día las imágenes no pueden servir de pruebas de nada, cada imagen se puede modificar, trastocar o rehacerse hasta mostrar lo que interesa, así, una supuesta prueba basada en ese medio es algo descartable de entrada, pero no sólo eso, como estamos lejos de la verdad, un proceso podría llegar a ser un carnaval de la mentira, finalmente a rio revuelto siempre ganan los malos.

Mucha gente preocupada se pregunta porque tal criminal sale libre apenas unas cuantas horas de capturado y la respuesta está en la relatividad, todo cuanto se diga puede ser, porque “depende de...”, y para que el ambiente sea aún más nebuloso, hay verdaderos profesionales en la fabricación de humo que actúan magistralmente, finalmente la verdad construida es una caricatura de lo que todos intentaron posicionar como verdad, ante tal ausencia de verdad, el criminal sale con las pilas cargadas para sus nuevos actos, pero ahora con un poco más de experiencia en estas materias de la relatividad.

Con los encapuchados pasa algo similar, ¿quién podría ser?, ¿el ratón Mickey? como dice la canción de Los Prisioneros, la mano del pueblo como claman otros, ¿nuestro vecino?, todos pueden ser, todo es posible, todo está dentro de las posibilidades en este relativismo oscuro.

El relativismo nos acompañará un largo tramo del recorrido de nuestro derrotero como humanos, en algunos campos sienta bien, es bien recibido porque derrumba viejos axiomas y costumbre absurdas, en otros permite recibir con cierta admiración algunas posturas que de otra manera no tendrían cabida, como el caso de un conocido pintor que al parecer nunca aprendió a dibujar, y menos a pintar, total, es relativo saber dibujar. Hoy sus cuadros se venden bastante bien.

Pienso desde mi modesto rincón que para tener algún control sobre el relativismo imperante, al menos cuando afecta la sociedad en hechos de sangre y violencia, podríamos intentar agregar a los procesos que buscan atisbar la verdad algunos pequeños gramos de buena voluntad, porque el resto, el resto es todo relativo.

lunes, 6 de agosto de 2012

POBREZA, TERRIBLE POBREZA

Estos días han salidos los resultados de ciertos instrumentos que miden los niveles de pobreza en Chile, y como siempre, hay disputas verbales entre gobierno y oposición, lo de siempre, unos dicen que la pobreza bajo y otros dicen que la pobreza subió, en fin, el rollo continúa sin agotarse, pero lo importante es que la pobreza sigue allí.

La pobreza en Chile no es materia abstracta, está a la vista de todos, es una condición casi natural para muchas personas, nacieron así, han vivido así, y normalmente piensan que terminaran sus días así. La pobreza termina por transformarse en una compañera fiel, pero pide a cambio vivir en ciertas condiciones que terminan por construir un metamundo alrededor.

A pesar que han habido grandes pensadores que han enviado flores a la pobreza, ellos mismos nunca fueron pobres, por ejemplo, el poeta y escritor estadounidense Emerson decía que “el hombre más grande de la historia- presumiblemente refiriéndose a Jesús-, fue pobre” , y claro puede ser, pero son más claras las palabras del escritor Inglés Sydney Smith , al afirmar que “ La pobreza no deshonra a nadie, pero es horriblemente molesta”




El metamundo de la pobreza está lleno de límites, limites que se construyen solos y de los cuales es imposible hacer un traspaso sin sentirse fuera de contexto. La pobreza de alguna forma modela el modo de hablar, de vestirse, de vivir, de ser. Es claro que en Chile no hay castas sociales pero la pobreza viene graciosamente a ayudar a etiquetar y disociar la sociedad.

Los esfuerzos que hacen los gobiernos por superar la pobreza, si se les da crédito, deberían funcionar, y en realidad sacan a personas de la pobreza pero hay ciertos grupos sociales en las cuales la lucha parece realmente perdida.

Si hay algo claro es que la pobreza sólo engendra pobreza, y ese parece ser el caso en Chile, la pobreza crece y crece porque cada día nacen niños en el ambiente de la pobreza, y si hacemos caso a las últimas informaciones del actual gobierno, la pobreza está radicada en madres jóvenes y en sus hijos, una pobreza triste, desvalida y terriblemente dura.

¿Estaremos condenados a quedarnos fatalmente en el mismo escenario de la pobreza por siempre?, este es uno de los cuestionamientos que exige una respuesta negativa, no, no podemos quedarnos en el mismo escenario, hay mucho sufrimiento allí, pero ¿ qué hacer entonces?.

He pensado sobre este tema, me ha salido humo del cerebro buscando respuestas, algo impulsado por un proyecto de investigación que realizo en el área del urbanismo, y también algo impulsado por mi humanismo, pienso en esas personas atrapadas y parece ser que las respuesta a la solución de este azote siempre ha estado allí, siempre se ha sabido, no se requiere descubrir la pólvora en este caso.

Creo firmemente que una de las claves para salir de la pobreza esta encriptada en unas frases que escuché hace tiempo en una canción de los Prisioneros, un grupo ochentero nacional, “ ...a otros enseñaron secretos que a ti no...”, esto quiere decir que hay conocimientos que no se tienen, conocimientos básicos que se requieren y que sólo pueden llegar por la vía de la educación, Manuel Belgrano, un patriota argentino dijo alguna vez “ Sin educación es en balde cansarse, nunca seremos más de lo que desgraciadamente somos”.

La única salida de la pobreza es la educación, no hay otra puerta, no hay otra salida, la educación es en realidad el antónimo de la pobreza, y se debe hacer llegar como el agua, a todas partes, a todos los rincones, y aún a los rezagados, los que tienen el alma enferma de pobreza, se les debe dar educación en sus lugares de postración.

lunes, 28 de mayo de 2012

BULLYNG EVERYWHERE

Desde hace ya un tiempo, nos venimos enterando sobre el bullyng infantil y adolecente, se trata de ese grupo de actitudes y acciones que ocurren al interior de las aulas y que genera un ambiente tóxico con grupos de niños que se ríen, ridiculizan o maltratan verbalmente a sus compañeros y que ha llevado a algunas de esas pequeñitas víctimas hasta la muerte.

El bullyng es un viejo compañero, probablemente mucho de nosotros recordamos las bromas y pesadeces al chico, al guatón, al pelao, al chino y al negro, el bullyng es una actitud de grupo y demuestra en forma muy nítida la poca o casi nula capacidad de colocarse en el lugar del otro.

Por la forma en que la prensa ha presentado al bullyng, digamos su imagen, podríamos pensar que se trata de un tema remitido a las etapas de estudiante, y hasta se podría explicar que es producto de la inmadurez en los niveles básicos, medio e incluso universitario, pero reflexionando sobre el tema se puede llegar a descubrir que el bullyng está en todas partes.

Es muy fácil darse cuenta que la chismografía destructiva está presente en el trabajo, en las oficinas, en las reparticiones, entre cualquier grupo de personas que trabajan juntas, y actúa solapadamente, es una cadena que corroe como gangrena las relaciones humanas, nadie sabe a veces el porqué de las actitudes de ciertas personas hasta ayer amables y consideradas, y de improviso frías y distantes, los cuentos, los inventos y mala leche ha actuado y ha cambiado esas relaciones, lo hace en la forma que lo hace siempre, apoyado en un grupo oculto y cobarde.



Me he dado cuenta que el bullyng también actúa en política y es un arma formidable, destruye hasta las figuras más fuertes, las corroe días a día hasta que finalmente las desploma. Todos los sectores lo practican, y con el tiempo, con la ayuda de algunos consejeros especializados parece ser que el bullyng se hace más y más sofisticado.

En Chile tenemos algunos personeros que tienen un doctorado en bullyng, cada declaración lleva en su estructura las palabras precisas para denigrar y destruir la imagen de su adversario, en cierto sentido son personas tremendamente destructivas, así esa característica- la de practicar el bullyng- destruye todos sus intentos de construir porque el bullyng no solo causa desesperación y pena en las victimas, también provoca resentimiento.

Tengo la sensación que al bullyng hay que enfrentarlo y dejarlo al descubierto, el problema es cómo hacerlo, algo se puede hacer en los niveles tempranos de la educación con programas adecuados, pero cuando este se ha sofisticado, cuando constituye una capacidad que se ha desarrollado y se adquiere cierto dominio sobre sus posibilidades la tarea es bastante cuesta arriba, un profesional del bullyng es también un profesional de la ironía, y cuando ambas actitudes se juntan, se tiene al frente a un enemigo formidable y a una persona carente de toda humanidad.

Tal vez para comenzar se requiera el concurso de la prensa, de aquella prensa no comprometida ni pauteada, del profesional que sabe y es capaz de identificar el bullyng, de modo que esta actitud no tenga tribuna porque al fin de cuentas quien practica el bullyng necesita cierta publicidad y complicidad sino el mecanismo no funciona, la tarea sería entonces apagar los micrófonos para unos y para el resto de nosotros, intentar no ser cómplices.

lunes, 21 de mayo de 2012

LA TEORIA DE LA CONSPIRACION

Conversaba hace tiempo con mi madre sobre cosas triviales, y sin recordar el motivo inicial nos pusimos a hablar de los progresos en las ciencias y otras materias, esta conversación transcurría normalmente cuando una afirmación suya me sorprendió, me dijo que ella no creía que el hombre había llegado a la luna, al preguntarle el porqué no creía, me dijo que ello era imposible.

No sé de donde nutrió mi madre su segura afirmación pero sospecho de la mucha información que circula sobre ese tema y que persigue hacernos creer que el viaje a la luna en 1969, fue un montaje, es decir una historia construida por gente interesada y que perseguía quizás que oscuros objetivos, a mi madre ese mensaje le llegó.

La teoría de la conspiración es omnipresente, cada historia “oficial” tiene su contraparte en la teoría de la conspiración, acaso sea “Roswell” el caso más emblemático y que permite a muchos autores, cineastas, guionistas y hasta conventilleros, ganarse el pan y mucho más.

Yo empiezo a sospechar de la teoría de la conspiración, hay tanta, y de tanto tipo que a veces dobla o tal vez triplica la información que parece como “oficial”, es decir, es un juego, se espera que aparezca la explicación que entregan los organismo oficiales, y ya está fabricada la contra argumentación, y no sólo está diseñada sino que esta apta para el consumo.



Algunas noches y sabiendo lo que vendrá, me he quedado mirando un canal alternativo en la televisión por cable que se destaca por dar tribuna a este tipo de argumentaciones, pero aplicando una dosis de mi pequeña lucidez mental al discurso me doy cuenta que muchas veces la argumentación es una seguidilla de idioteces.

Tampoco soy un consumidor de la explicación “oficial”, y he allí el problema, la explicación oficial también suele ser una información “trabajada”, no hay que ser una eminencia para capturar incoherencias y direccionalidad interesada, a veces persiguiendo oscuros objetivos políticos, económicos o quien sabe de qué otra índole, por lo tanto se trata de un trago que hay que tomárselo con cierto cuidado.

Entre ambas, y en algún lugar entre la información oficial y la teoría de la conspiración, y a mi juicio a mal traer , algo enjuta, y probablemente no tan racional se encuentra la información real, la que suele ser la verdad, o al menos la que aparentemente es la verdad, porque recordando a cierto prefecto romano preguntaríamos ¿ qué es la verdad?.

En la escena local se juega este juego, la voz oficial emplea sus canales y la teoría de la conspiración emplea los suyos, cada uno gana adeptos ante cualquier partida, se puede ver en los diarios, en la calle, con los amigos, al final del día queda la duda ¿quién está más cerca de la verdad?.

Mi impresión es que la existencia de la teoría de la conspiración ha hecho que la voz “oficial “ también cambie, y al final en realidad nos encontramos antes dos teorías de la conspiración que chocan frontalmente, ante ese escenario, parece ser que el camino es hacerse más reflexivo, más cuidadoso, más lento en los enjuiciamiento, en resumen, más inteligente.

sábado, 19 de mayo de 2012

POPULISMO Y BUENAS INTENCIONES

Cada noche la televisión nos muestra una síntesis de los mucho mítines y reuniones que se realizan a lo largo del día, y que muestran los diferentes líderes de nuestro país explicando sus intenciones, proyectos y visiones, ante esos discursos uno podría sacar como conclusión final, mmmmm, hay buenas intenciones.

En otro orden de cosas, ante la inmensa pobreza que caracteriza aún a nuestro país, quienes pretenden ser lideres y/o llegar al poder, están tomando un camino que cruza las buenas intenciones con algo que me parece oscuro y siniestro, el populismo.

Nuestra ética y moral no dice que el Estado debe ayudar a las personas que son incapaces de valerse por sí misma, y además debe ayudar a quienes quieren salir de su condición de pobreza y marginalidad, esa ayuda no sólo es una obligación, sino una imposición moral y socialmente aceptable en todas sus posibilidades.

En el escenario anterior, desde hace ya bastante tiempo los programas que los gobiernos pasados y presente diseñan para ir en ayuda de los muchos chilenos que los necesitan aumenta, y aumenta en forma acelerada, algunos se perfeccionan en la idea de dar más y más ayuda social, lo que visto en un principio de buena fe está bien, no resulta objetable, el problema es cuando se detiene esto, ¿ nunca?.

Me parece que el Estado tiene otras muchas obligaciones que la sola entrega de ayuda social, tiene compromisos con el desarrollo armónico de todo y cada uno de los sectores, de modo de entregar las condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo, visto desde esta óptica, alcanzar el desarrollo significa no menos que cada ciudadano lo alcance.

El peligro de llevar las buenas intenciones más allá de las responsabilidades, implica a mi juicio populismo, y me parece que estamos en picada hacia allá. Cada líder que quiera gobernar en el futuro, y por el sólo hecho de querer ganarle al otro, vendrá a proponer más y más ayuda social, más y más programa de entrega de recursos públicos para ayudar a llevar la vida, situación que en los marcos normales, y en virtud de las verdaderas necesidades está bien, lo que está mal, es la falsedad de los datos y que es que ese sea el camino al poder.

El populismo es complejo, por un lado cría y alimenta otro fenómeno no menos siniestro, el clientelismo, es decir, aquellos grupos que se mantienen bajo las alas por la dádiva y que de ninguna manera permitirán que las cosas cambien, no les interesa el país, les interesa su propia situación y bajo esa condición pueden llegar a ser extremadamente violentos.

Me preocupan las ofertas de futuro, no veo trenes, conectividad, mejora en los sistemas de salud, no veo inversiones estratégicas en obras públicas, no veo I+D, no veo que Chile se preocupe siquiera de la palabra innovación, palabra que si la llevamos al concepto aplicado podría permitirnos dar saltos cuánticos al desarrollo, en contrario, veo más y más programas de ayuda y un cierto acostumbramiento de un país que hasta cierto punto en su historia, era ejemplo de pueblo estoico y cada jefe de familia responsable de su propia lucha por mantener a sus hijos, ahora mutando hacia la domesticación, la flojera y el clientelismo.



Pienso que cada programa social debe ser monitoreado en sus resultados, en sus objetivos, en su real capacidad de impulsar el desarrollo personal, eso sin duda implica responsabilidad y tal vez coraje, pero si se hace en forma técnica, con buena intención, algún día esas personas que necesitan la ayuda del Estado podrán navegar por su cuenta y ayudar a otros, en caso contrario, el populismo será nuestro norte, allí no hay límites, todo se transforma en una gigantesca borrachera.

miércoles, 4 de abril de 2012

CREDIBILIDAD Y DESCONFIANZAS

Hace unas horas falleció en Santiago un funcionario de Carabineros luego de un confuso incidente con funcionarios PDI, al parecer el asunto ocurrió porque los detectives no creyeron que los ocupantes de un auto sospechosamente estacionado eran carabineros de civil, y los carabineros no creyeron que quienes los revisaban eran también policías.

La credibilidad es una de esas virtudes que se extingue en Chile y veces se tiene la sensación que ya no queda nada, que se ha esfumado o bien quizás nunca existió, nadie le cree a los políticos que parece están - no en la cúpula de una estadística negativa como a veces o grafican los medios – sino en el fondo del hoyo de la pérdida de credibilidad, las encuestas nos lo señalan una y otra vez, pero parece que tampoco le creemos al gobierno, a la iglesia, a la prensa , a la banca , a los funcionarios públicos, a las universidades etc. es decir, nos contamos cuentos unos y otros hasta el infinito y nadie parece creer lo que dice el otro.

¿Cómo nos manejamos en esta aparente crisis de credibilidad? , bueno por el eufemismo, por el camuflaje, es decir hacemos creer al otro que creemos lo que nos dice, pero el otro sabe también que no le creemos y a su vez no nos cree, se trata de un loop, una vuelta de retorica sin sentido.

La pérdida de credibilidad nos transforma en seres groseros, faltos de humanidad, una especie de animales, mitad payaso - mitad monos, y si esa población resulta en la mayoría, las expectativas de construcción de una mejor sociedad se esfuman dejándonos la sensación de estar atrapados en la miseria humana.



La pérdida de credibilidad tiene su fundamento en la mentira, y si bien la desconfianza es una compañera que debemos invitar a todos los eventos como nos recomienda Demóstenes, es la verdad de los hechos, la verdad en los sentimientos y la verdad en las intenciones que derriban la desconfianza, así, el camino a seguir es un camino de transparencias en el andar, sin velos ni ropajes que oculten las verdaderas intenciones, esta es una tarea pendiente en nuestra sociedad.

Creo en las reservas morales, en aquellas personas que son dignas de credibilidad a toda prueba y podría ser que estén aquí y sencillamente no las vemos, probablemente porque el humo nauseabundo de la falta de credibilidad nos ciega, por lo tanto hay que esperar que con su actitud vayan limpiando el aire y nos permitan soñar con una sociedad mejor.

lunes, 26 de marzo de 2012

DESTAPANDO OLLAS

Hace unos días salió un reportaje en un canal de televisión sobre la industria del pan, específicamente se mostró la producción de materias primas en una industria capitalina. El reportaje tenía ese característico tono amarillista de la televisión, algo parecido a los programas de Don Francisco, en que una situación “freak” es mostrada una y mil veces buscando el impacto emocional del que mira, y claro, lo consigue.

Una “industria “panificadora y productora de grasas y mantecas mostraba sin querer a las cámaras ocultas toda sus miserias, todas sus cochinadas en un medioambiente podrido, lleno de gusanos y olores nauseabundos donde a ratos pareciera que nos encontramos en el mundo medieval, es decir a casi 700 años de distancia en el pasado.

Me parece muy bien que cada cierto tiempo los canales de televisión dejen un poco de espacio entre los realities y la farándula para mostrar algo de este Chile nuestro en toda su dimensión “intestina”, esta actitud nos permiten mirar un collage de situaciones que no vemos desde la calle aunque intuimos que así son, y que retratan una sociedad bastante enferma.

Destapar ollas por medio de reportajes podría ser una secuencia que durara años, todos los días se podrían destapar ollas, algunas tan groseras y delictuales como la Polar, o discriminadoras como las tasas de los bancos, o tan encubiertas como el caso de las licencias médicas, solo basta que el director de noticias del canal enfoque el objetivo y ya está.

No solo los canales de televisión han dejado al descubierto la podredumbre que yace en los intestinos de nuestra sociedad, también lo han hecho algunos escritores valientes que se atreven a mostrar la corruptela, el nepotismo, el tráfico de influencia y tantas otras prácticas ocultas pero que dan dividendos a grupos de individuos en perjuicio de las mayorías.

Los bancos, las Isapres, Dicom, las clínicas, el retail , los supermercados y tantos otros sectores nunca han estado del lado de pobre Juan Verdejo, aquel mítico personaje que nos representa a todos, el chileno “chileno”, el que no tiene santos en la corte, el que sufre en carne propia los abusos que se cometen día a día por tanto personaje siniestro. El que alguien haya decido destapar una olla de la industria panadera deja en evidencia que además de padecer los rigores de las injusticias y los abusos, también se le ataca a los chilenos por la guatita.




La cuestión alimenticia es compleja y ciertamente hay una cantidad de productos infectos que no deberían estar en las consolas de los supermercados ni en los negocios de barrios, recuerdo hace ya unos años un seminario donde se denunciaba el aceite con acido erucico, los pollos con hormonas, los jugos con venenos,... y tantos otros “productos industrializados”, pediría que al menos expulsemos del país al “amarillo crepúsculo” . Pero esa es una parte del problema, la otra es que se requiere una buena dotación de fiscalizadores, la televisión mostró con lujos de detalles que no nos podemos confiar ni del panadero, qué decir del que nos vende el pescado.

Parece que hay poco interés en los organismos del Estado por el tema alimenticio, o tal pensamos que estamos vacunados contra la inmundicia. La reacción por desmontar la sucia práctica en la fabricación de panes y mantecas - considerando que hablamos de un producto de de primerísima necesidad – fue bastante tibia, la única reacción de la autoridad fue el cierre temporal de la fábrica, (que al otro día estaba trabajando) hasta que esta esté “limpia”. En otro lugar algo más preocupados por sus ciudadanos la cerrarían para siempre y al cochino lo meterían preso, ciertamente no hay preocupación por la salud del “ordinary people" , o sea Ud. y yo.

Metiendo los terremotos y tsunamis en este mismo saco, a veces no me explico cómo sobrevivimos en este medioambiente, parece ser que "alguien" nos tiene compasión y nos regala una cuota extra de resistencia.

jueves, 9 de febrero de 2012

INCERTIDUMBRES

Hace unos días unos queridos amigos fueron despedidos del trabajo, al saber la noticia tan repentina de su exoneración, sentí una suerte de garrotazo y pensé en mi interior, que feo se pone el mundo, ¿qué realidades se están construyendo para el día de mañana, que otros imprevistos hay en el caminar de todos nosotros?. Las incertezas, las incertidumbres son el pan nuestro de cada día y hasta el dormir se ha puesto inseguro.

A veces no sé si las leyes que nos rigen son producto de conocer las conductas humanas o si estas generan esas conductas, me pasa lo mismo con las encuestas, no sé si la información que arrojan refleja la realidad de lo que pensamos o al revés, generan esa realidad, respecto a la televisión no tengo duda alguna la televisión construye la realidad que documenta, digo esto porque a raíz de una figura legal “necesidades de la empresa”, un artículo de una ley, se construye una realidad que es justamente esa, necesidades de la empresa.

El fondo del asunto es la incertidumbre, no hay en nuestro derrotero caminos seguros que seguir y tener la tan anhelada seguridad no es una posibilidad, me parece que a todos nos pasa en estos tiempos que en ninguno de los múltiples ámbitos en que nos movemos encontramos terreno sólido, es más, en ninguno de los emprendimientos que hacemos podemos apostar por el minuto siguiente, la incertidumbre en parte de nuestro medioambiente y toda mitigación es sólo eso, un intento, a veces algo infantil de ocultar su existencia.

Hemos construido como sociedad leyes, códigos, derechos y protecciones de toda índole para darnos esa sensación de seguridad, ese asidero que nos permita mantenernos protegidos pero en el camino hemos construido más espuma y más incertidumbre, el caso más absurdo en esa dirección son los mismo seguros, los intangibles que se venden en el mercado y que sugieren que quien los compra queda “cubierto” contra el mal que acaba de anotar en la ficha, ese trato me sugiere que detrás de todo eso hay un acto de genuina comedia de absurdos acompañado de unos rellenos de espuma.


foto tomada http://www.1forex1.com


Las noticias internacionales nos cuentan día a día de los entramados que se caen, algunos que pensamos eran muy sólidos y que sostenían a sociedades superiores que parecía habían llegado a cierto nivel de solvencia y estabilidad, sin embargo esas estructuras hoy crujen y se caen, mostrándonos que todas las fundaciones humanas son en realidad ilusiones, las sociedades avanzadas también se empobrecen y caen a peldaños más bajos por unas cuantas variables que muestras que la incertidumbre no sólo nos afecta como individuos, sino que también como colectivos sociales, como sociedades y finalmente como civilización.

Tengo la sensación que la enajenación mental nos persigue con cierto disimulo en estas circunstancias, al fin y al cabo esa puede ser una puerta de escape a esta realidad y sus complejidades, los informes médicos así lo demuestran, las tasa de problemas mentales en sociedades como la chilena son bastante altas y no todo el fenómeno está registrado en sus índices, ciertamente cuesta mantener la cordura cuando se está encerrado en el manicomio y todos gritan sus angustias.

Al fin, lo que podemos intentar hacer ante este tenebroso panorama es dar “algo” de certezas a nuestro entorno, porque en parte somos nosotros mismos los que afanosamente construimos las incertidumbre de otros, Sartre lo decía, “el infierno son los otros”, pero nosotros somos los “otros” de los otros, una justificación humana podría ser atenuar la angustia, la angustia la llevamos todos en estas circunstancias como la carga más pesada que levantamos a diario, una suerte de bolsa de ladrillos que nos impide ser felices, pero si esta en nuestra manos entregar “algo” de certidumbre a este mundo nuestro, bienvenida sea.