sábado, 6 de julio de 2019

Campeones de los malos entendidos


Fuente : Ofrases.com

En algunos ámbitos es una práctica recurrente el hecho que existan reuniones especiales de “acercamiento” , o de “aclaración” después de un “mal entendido”, algunas figuritas del mundo televisivo venden en exclusiva la reunión donde se juntan para “aclarar” sus malos entendidos, por supuesto muchos deseosos televidentes y medios están presentes, todos desean que las cosas se “aclaren”, de paso, las figuritas en cuestión obtienen recursos para subsistir otros meses, la vida en alguno ambientes es bastante cara, por lo tanto habrá que empezar a planear el próximo “mal entendido”.

También es recurrente el tema en otros medios, por ejemplo en el mundo del futbol, a partir de un malentendido a veces existe una continuidad, una saga, entre lo que dijo uno y lo que dijo el otro, en otros deportes también se cuecen habas, lo mismo ocurre en el ambiente de la música, la dirigencia gremial, etc., sin embargo todos concordaremos que el asunto es pan de cada día en el mundo de la política.

Alguno escépticos del fenómeno político nos damos cuenta que en las declaraciones posteriores a una cuenta pública o un discurso al país, cada lado entiende lo que quiere entender, por supuesto el lado contrario a fulanita o fulanito que tiene el cargo entendió todo al revés o simplemente no entendió nada, por en otro lado, en las filas propias de fulanita o fulanito, todo se comprendió a la perfección y la claridad del discurso es uno de los rasgos a destacar.

Es evidente que en esos casos se trata de un deporte, lo que se busca es bajar el perfil, hacer hincapié en lo malo y jugar a la guerra, lo trágico del asunto es cuando el malentendido se traslada a la vida diaria, a lo cotidiano de la vida de cualquier hijo de vecino, cuando los que no se entienden son personas comunes y corriente que sí tienen mucho que perder.

Algo pasa con el castellano por estos lares, así como es un lenguaje bastante potente para escribir poesía porque una palabra puede ser polisémica, y puede trasladarnos a mundos que el autor ni siquiera soñó, nos juega muy malas pasadas cuando se intenta transmitir algunas ideas, es poco compacto, poco preciso, quizás el juego de los significados en algunos contextos es un campo minado, se requiere precisar y precisar porque una idea se puede interpretar de una forma equivocada.

Para complejizar aún más el panorama, en nuestro país hemos inventado el “Shileno”, una derivada del idioma español, adobado con otros varios lenguajes autóctonos y modernizado en forma recurrente por la creatividad popular, ese “mix”, con el cual nos comunicamos a diario, es un verdadero dolor de cabeza para los inmigrantes latinoamericanos que han decidido venirse a vivir a nuestro país; están perplejos, por ejemplo les tomará años entender las diversas entonaciones y significados de la palabra “weon”, en muchos casos caerán en un “malentendido”.

El mal entendido entre ciudadanos es motivo de muchos conflictos pequeños, y que sumados, evidencian un conflicto mayor, una sociedad que no entiende es una sociedad que pierde potencial grupal, fuerza, que poco a poco se desagrega y finalmente se desarma. Cuando el malentendido llega a una organización, divide, es abono para el resentimiento y la sospecha, nada bueno.

No sé si en esta texto pude darme a entender, probablemente no, a pesar de mis esfuerzos varias lecturas se pueden sacar de él, por ejemplo que me desagrada la farándula, o quizás estimo que los políticos juegan un juego sucio cuando juzgan las ideas de otro, o más de algún lector puede pensar que debo tener algún magíster en la palabra “weon”, o “gueón”, bueno, nada más lejos de eso.

viernes, 5 de julio de 2019

Adiós al Jardín del Edén



Paraiso Perdido - Obra de Gustavo Doré

Reflexionando sobre el Jardín del Edén y la naturaleza humana, estimo que nosotros, humanos, no podríamos haber perdurado allí mucho tiempo, y si fuera el caso, nosotros los chilenos, probablemente hubiéramos sido expulsados antes, y quizás con castigos mayores, creo que nos salvamos de algo peor.

El ser humano lleva una contradicción interna que puede significar su aniquilación o su subida a niveles superiores, tanto de humanidad como de desarrollo puramente físico, cielo e infierno están al alcance de la mano por una condición propia, esa condición es nuestra aspiración al cambio, quizás como dicen algunos gurúes , esa condición se asocia naturalmente al deseo y se arraiga en nuestro ADN como deseo de cambio … para ir por más, siempre queremos más, no nos basta el mundo, queremos más, queremos cambiar la condición de mortales y pobres, hasta nos molesta la carne y los huesos que nos constituyen, queremos ser dioses, volar y superar toda imposición física ( y quizás allá en un futuro indeterminado se logre) , y por lo tanto siempre estamos afanados buscando maneras de hacer realidad lo que soñamos,(el “dream come true” de tantas y tantas canciones) o lo que otros sueñan por nosotros, que es más cercano a lo que realmente ocurre, y una vez que se alcanza, queremos más, ¡uff!

Las sociedades funcionan así, en el caso nuestro, Chile ha avanzado a unos estadios de desarrollo que son la envidia de nuestros vecinos; en la memoria colectiva, en los recuerdos propios y que son sólo de algunas décadas, se guardan imágenes y situaciones de carencias en movilidad, infraestructuras, equipamientos, y un largo etc., hasta hace muy poco éramos un país bastante pobre, hoy estamos parados algo más alto … buscando más, y así seguirá, el proceso no puede parar, es nuestra condición.

Por otra parte, es paradojal que siempre y en todos los escenarios en que se resuelve el cambio, se desarrollen las mismas fuerzas, las fuerzas conservadoras y las liberales, y de esa oposición dependamos, si no es así, caímos en la dictadura de alguna de ellas, y cuando ello ocurre, la cacería de brujas se desata y se vuelve a tiempos oscuros, a períodos donde se ejerce la “vendetta”, la “purga”, y otras locuras, es decir, se ejercer la maldad en todas sus posibilidades, el antídoto que muestra la historia es ese “ tira y afloja” y que debe ocurrir en un marco de respeto mutuo, por supuesto obligado ( por eso ambas fuerzas intentan acabar con quienes son encargado de mantener el orden), allí se avanza, hay más derechos, más actividades y recursos, también en ese marco somos alguien, un individuo con nombre y apellidos, ya no se requiere ser un “hidalgo” como en los antiguos tiempos, ni tampoco estar con el “carnet” al día.

La ecuación no estaría completa sin los religiosos, tanto conservadores como liberales tienen los suyos, leyendo a Yuval Noah Harari en su excelente obra, “De animales a dioses” , se comprende que lo que llamamos “ideologías ultras”, son en realidad religiones, religiones con santos propios, libros sagrados y todo, y claro, les sucede a algunas personas en su búsqueda de sentido a sus vidas, encuentran en esas prácticas su iluminación y la verdad absoluta.

La tensión social parece ser entonces un medioambiente natural, una realidad que si la cambiamos es para mal, nos lleva a las dictaduras, y por lo tanto debemos aprender a vivir con esa tensión, a pensar estoicamente que es por nuestro bien, e intentar -apelando a nuestra profunda humanidad- a tratar con los religiosos de ambos lados, y ni pensar en juntarlos a conversar en algún lugar, no importa la clase de café, ambiente y buena onda que se pueda disponer, sería como juntar materia con antimateria, se aniquilan.

Hace algún tiempo pensaba que ese escenario era difícil, complicado de soportar, después de todo varios cubos de mala leche se evacuan por ambos sectores todos los días, en especial por facebook y otras redes sociales, escuchar a veces a tus propias amistades es algo amargo y denso a ratos, pero es como todo, nadie dijo que acá afuera del Jardín del Edén las cosas fueran fáciles.