sábado, 19 de mayo de 2012

POPULISMO Y BUENAS INTENCIONES

Cada noche la televisión nos muestra una síntesis de los mucho mítines y reuniones que se realizan a lo largo del día, y que muestran los diferentes líderes de nuestro país explicando sus intenciones, proyectos y visiones, ante esos discursos uno podría sacar como conclusión final, mmmmm, hay buenas intenciones.

En otro orden de cosas, ante la inmensa pobreza que caracteriza aún a nuestro país, quienes pretenden ser lideres y/o llegar al poder, están tomando un camino que cruza las buenas intenciones con algo que me parece oscuro y siniestro, el populismo.

Nuestra ética y moral no dice que el Estado debe ayudar a las personas que son incapaces de valerse por sí misma, y además debe ayudar a quienes quieren salir de su condición de pobreza y marginalidad, esa ayuda no sólo es una obligación, sino una imposición moral y socialmente aceptable en todas sus posibilidades.

En el escenario anterior, desde hace ya bastante tiempo los programas que los gobiernos pasados y presente diseñan para ir en ayuda de los muchos chilenos que los necesitan aumenta, y aumenta en forma acelerada, algunos se perfeccionan en la idea de dar más y más ayuda social, lo que visto en un principio de buena fe está bien, no resulta objetable, el problema es cuando se detiene esto, ¿ nunca?.

Me parece que el Estado tiene otras muchas obligaciones que la sola entrega de ayuda social, tiene compromisos con el desarrollo armónico de todo y cada uno de los sectores, de modo de entregar las condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo, visto desde esta óptica, alcanzar el desarrollo significa no menos que cada ciudadano lo alcance.

El peligro de llevar las buenas intenciones más allá de las responsabilidades, implica a mi juicio populismo, y me parece que estamos en picada hacia allá. Cada líder que quiera gobernar en el futuro, y por el sólo hecho de querer ganarle al otro, vendrá a proponer más y más ayuda social, más y más programa de entrega de recursos públicos para ayudar a llevar la vida, situación que en los marcos normales, y en virtud de las verdaderas necesidades está bien, lo que está mal, es la falsedad de los datos y que es que ese sea el camino al poder.

El populismo es complejo, por un lado cría y alimenta otro fenómeno no menos siniestro, el clientelismo, es decir, aquellos grupos que se mantienen bajo las alas por la dádiva y que de ninguna manera permitirán que las cosas cambien, no les interesa el país, les interesa su propia situación y bajo esa condición pueden llegar a ser extremadamente violentos.

Me preocupan las ofertas de futuro, no veo trenes, conectividad, mejora en los sistemas de salud, no veo inversiones estratégicas en obras públicas, no veo I+D, no veo que Chile se preocupe siquiera de la palabra innovación, palabra que si la llevamos al concepto aplicado podría permitirnos dar saltos cuánticos al desarrollo, en contrario, veo más y más programas de ayuda y un cierto acostumbramiento de un país que hasta cierto punto en su historia, era ejemplo de pueblo estoico y cada jefe de familia responsable de su propia lucha por mantener a sus hijos, ahora mutando hacia la domesticación, la flojera y el clientelismo.



Pienso que cada programa social debe ser monitoreado en sus resultados, en sus objetivos, en su real capacidad de impulsar el desarrollo personal, eso sin duda implica responsabilidad y tal vez coraje, pero si se hace en forma técnica, con buena intención, algún día esas personas que necesitan la ayuda del Estado podrán navegar por su cuenta y ayudar a otros, en caso contrario, el populismo será nuestro norte, allí no hay límites, todo se transforma en una gigantesca borrachera.

1 comentario:

  1. That's a good piece, I agree that populism is the scourge of the earth. There are so many problems that need urgent action in Chile, e.g. http://bit.ly/IxFZcw

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