miércoles, 4 de octubre de 2017

Esperemos lo mejor.





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A propósito de los hechos conocidos por un reportaje de un canal de televisión en la Municipalidad de San Ramón en Santiago, (http://www.elmostrador.cl/ de 2 de octubre del 2017), y dejando de lado lo principal, la posible presencia de la tenebrosa narco-política, se pude entrever en el ambiente otras prácticas que parecen pasar "piola", y a las cuales nos hemos acostumbrados, son prácticas que dan cuenta de la forma "compleja" en que ha evolucionado el manejo de la administración pública en Chile.

En el panorama que muestra el reportaje de marras, y poniendo atención en las irregularidades en torno al caso más grave denunciado, quedan en evidencia en ese municipio dos prácticas casi endémicas a esta altura en la democracia criolla , por ello hay que decir que son prácticas que podría darse en cualquier otro municipio u organismo público, no sólo en este caso en forma especial, y ciertamente causan escozor, una suerte de malestar ambiental aunque de murmullos y solapado, en parte porque hay mucho de injusticia en ellas, este artículo, respetando la idea que todos pueden ser inocentes y no se trata de hacer leña del árbol caído, porque el objetivo que lo inspira es mejorar, no dañar, tratará de ponerlas en relieve porque algo debe cambiar,... por el bien de todas y todos.

Una primera práctica malsana se puede leer del escenario en cuestión, al poner atención, es posible visualizar que pululan personas que podríamos llamar "amiguitis" , es decir, "amigos" y conocidos del jefe, tanto en cargos de responsabilidad, profesionales u operativos. Así las cosas, hay que tener un pensamiento muy básico, párvulo, para creer que quien llega a algún cargo público en ese contexto, y quizás en cientos de otros a largo del país , es por méritos y no por "pitutos" , esta práctica malsana se está convirtiendo en la regla en el sistema público y nos estamos acostumbrando, vamos como zombis buscando "pitutos" y los más lanzados haciendo postgrados en " pitutología".

En el mismo escenario se puede poner atención a la otra práctica malsana, a la cantidad de contratos que crea el organismo estatal y en general el estado día a día, la crítica que he escuchado( http://www.soychile.cl 21 de julio 2016) , más bien vox populi , señala sin asco que muchos conglomerados políticos se han transformado en agencias de empleo, y esto parece ser así, porque estando la economía general en un estado achacoso, complicado, refugiarse y refugiar a los "amiguitis" del alma en algún puesto estatal es una alternativa saludable, ...para algunos.

Para el primer caso, la situación se ve difícil, me he preguntado a mi mismo si yo, quien suscribe, en el hipotético caso de asumir algún cargo de alto nivel, ¿podría llamar a mis amigos o aún a mis hijos para alguna dependencia pública de mi control?, y sobre todo si veo que estos no tienen trabajo o tiene uno mal remunerado- aprovechemos de señalar que el estado está hoy por hoy pagando mejor que la empresa privada (http://www.mdzol.com/nota/681037-salario-publico-vs-privado-quienes-cobran-mas/ ), y claro, quizás todos mis ataques de transparencia y ética podrían entrar en un régimen de cuidado, no es fácil el asunto, mis parientes y amigos pueden estar precalentando a la espera que yo asuma mi cargo, es casi normal, entonces pienso que para no pecar e irse a los infiernos de las malas prácticas, se debe tener ayuda, y esa ayuda es legal, normativa y hasta social, las normas deben impedirlo no importa si se nos parte el alma, y si alguna lagrimita se nos cae en el proceso, deben entrar los mejores, y los "amiguitis" quizás deban esperar.

Liberarnos de esa práctica poco transparente o tribal que se ha instalado en Chile, como en muchos otros lugares del mundo es ir contra "algo" del instinto natural, tendemos a cuidar la parentela y los amigos, por lo demás son estos los que se la juegan más que nadie para apoyar a los candidatos y se alegran verdaderamente cuando son electos, pero es un deber ser transparente y evitar caer en juegos dinásticos, por lo tanto parece ser tiempo para legislar en forma más dura y colocar sanciones que disuadan la práctica, sé que algo existe sobre esas incompatibilidades en muchos cuerpos legales como las que imposibilitan la relación parental alcalde-concejal ( ley 20.740), pero parece que las normas son fácilmente burladas y sobre todo las sanciones podrían no ser suficientes.

En el segundo caso de prácticas malsanas, un ciudadano a pie se pregunta ¿cuál es el límite de las contrataciones?, ¿infinito?, ¿podemos todos ser funcionarios del estado?, huele a totalitarismo, me imagino que las platas que recoge el estado de nuestros impuestos y de todo nuestro quehacer económico tienen como primer destino el desarrollo integral y la ayuda social a los más carenciados, en caso contrario se está haciendo un " juego de piernas" funcionario, porque en realidad sin no hay más caja para iniciar acciones no hay partido, en ese escenario, mientras se espera tener más recursos para obras públicas, salud, infraestructuras, desarrollos urbanísticos etc, etc, se pre-calienta eternamente con formularios, evaluaciones, estudios y consultorías que se consumen las horas contratadas pero también los presupuestos, entonces parece lógico suponer que algún equilibrio debe haber, no todos pueden trabajar en el municipio, pero no solo eso, si hay contrataciones justificadas, reales, y por verdadera necesidad todos debería tener la oportunidad de alcanzar ese puesto, es un tema de competencias y mérito, no de conocidos ni de demostrar "dirección política" , una manera elegante de decir que eres de los "nuestros", dicho de otra manera, deberíamos evitar a toda costa los "tongos".

Racionalizar y ser más ejecutivo es al parecer el llamado que corresponde, consecuentemente un gurú en la materia podría decir que se debe evitar aumentar la contratación de personas con otros fines, con ello, el equipo de trabajo no lleva tanta grasa de ayuda innecesaria, pero claro, una vez más no hay que ser inocente, porque cuando hay tasas de desempleo complicadas hay que ayudar, y si se comulga con el gobierno de turno se puede leer como un deber, pero hay que recordar, y aunque suene feo decirlo que el corazón de abuelita puede resistir, y son los objetivos para los que existe el organismo en cuestión lo que verdaderamente importan, lo primero es lo primero.

En ambos escenarios se ve que podríamos estar haciendo un mal negocio, porque se deja afuera el mérito, la especialización, las competencias, es un error mayúsculo que pagamos todos, es decir cambiamos platos bien preparados, con ingredientes de primera y de alta cocina, por abundantes calditos de pollo falso y en polvo.

Ya finalizando, y deseando que en el caso del municipio investigado no se demuestre la presencia de la narco-política, y todo sea un mal sueño, porque si eso llegara a ocurrir, ¡sálvense quien pueda!, o al menos que en esa hipotética etapa de terror se nos pille confesados, pero seamos más optimistas, lo que pasa y he descrito son malas prácticas como generar excesos de contratos para obras fantasmas y quizás otros errores que debemos remediar, entre ellos transparentar los llamados a cargos público, ello con el noble objetivo de permitir que cualquier hijo de vecino, con las competencias necesarias, con mérito y por su esfuerzo, tenga la vida que merece.

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